lunes, 23 de septiembre de 2019

Exposicion Cultura Teotihuacana

https://youtu.be/RvYnNZupj6k
ESCUELA PREPARATORIA OFICIAL NÚM. 203
C.C.T.15EBH0384J

HISTORIA DE MÉXICO

TEOTIHUACÁN

MTRO. JULIO CESAR HERNÁNDEZ GARCÍA

INTEGRANTES:
MARTÍNEZ TORRES CECILIA
MARTÍNEZ CASTILLO CRISTIAN RAFAEL
VÁZQUEZ LÓPES JESÚS
ZUÑIGA CRUZ JOSÉ MANUEL
VIGUERAS BARRERA MONSERRATH JULLIETTE
GARCIA LEAL DANIEL

3° IV

CICLO ESCOLAR 2019- 2020

Orígenes
(náhuatl: Teotihuacán, «Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses») es el nombre que se da a la que fue una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica.  El topónimo es de origen náhuatl y fue empleado por los mexicas, pero se desconoce el nombre que le daban sus habitantes.

Los teotihuacanos representan una de las civilizaciones más desconocidas que existen, puesto que a pesar de las numerosas investigaciones que se han llevado a cabo en la región a día de hoy no se sabe a ciencia cierta dónde se encuentran sus orígenes. Se cree que la historia de la cultura teotihuacana comenzó en el periodo Clásico Prehispánico, justamente en el valle de México. Hasta aquí llegaron los primeros pobladores y se asentaron en Zohapilco. Esto se produciría entre el 5000 y el 3500 a.C.
Un poco antes del 300 a.C comenzaron los asentamientos en Teotihuacán y la población fue creciendo hasta fragmentarse en pequeñas aldeas. Este desarrollo se produjo con más fuerza a partir del 100 a.C, llegando a su punto álgido en la fase de Patlachique, donde había ciudades con unos 100.000 habitantes. En el año 250 es cuando esta civilización se encuentra en su máximo esplendor, en la fase llamada Tlamimilolpa. Aquí Teotihuacán es una región importante que se extiende por toda Mesoamérica y de gran influencia para otros pueblos. La fase Metepec (650) fue el declive de la civilización, un proceso lento que se alargaría hasta el 850 en el periodo de Oxtotípac cuando finaliza la era de los teotihuacanos.

Importancia

La Ciudad Prehispánica de Teotihuacán fue uno de los centros urbanos más grandes del mundo antiguo, que llegó a concentrar una población mayor a los 100,000 habitantes en su momento de máximo esplendor.  Situada en un valle rico en recursos naturales, Teotihuacán fue la sede del poder de una de las sociedades mesoamericanas más influyentes en los ámbitos político, económico, comercial, religioso y cultural, cuyos rasgos marcaron permanentemente a los pueblos del altiplano mexicano, traspasando el tiempo y llegando hasta nosotros con la misma fuerza y grandeza con que sus constructores la planearon.
La evidencia arqueológica descubierta en el Valle de Teotihuacán revela que durante el período Clásico se desarrolló una de las sociedades urbanas más complejas de toda Mesoamérica, así como que dicha sociedad estuvo altamente estratificada, ampliamente especializada y conformada por diversos grupos étnicos. Elementos distintivos del desarrollo cultural de la sociedad teotihuacana durante el Clásico, han sido identificados en lugares diversos del resto de Mesoamérica, incluyendo otros importantes sitios urbanos como Monte Albán, Cerro de las Mesas, Matacapan, Tikal y Kaminaljuyú.
Para los pueblos que precedieron a Teotihuacán, este  sitio tuvo un significado preponderantemente sagrado. Varias fuentes históricas señalan que los aztecas y sus gobernantes llegaron a estas ruinas para orar y celebrar ritos. Posteriormente Teotihuacán fue punto de referencia desde el comienzo de la ocupación española; y en la actualidad es reconocida como uno de los testimonios más sobresalientes del urbanismo antiguo y el desarrollo estatal, por lo que es objeto de interés para investigadores de México y el mundo, que a través de distintas disciplinas científicas continúan explorando su complejidad.
Los vestigios arqueológicos de la antigua ciudad son visitados cada año por miles de personas, haciendo del sitio uno de los mayores polos de atracción turística del país.
El reconocimiento del sitio como patrimonio cultural es universal, pues desde 1987 forma parte de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
 
Historia del sitio 
Teotihuacán es el sitio más explorado de Mesoamérica, ya que los primeros trabajos con fines de investigación datan del siglo XVIII, cuando Don Carlos de Sigüenza y Góngora exploró el edificio adosado a la Pirámide de la Luna. A finales del siglo XIX, bajo la figura de la Inspección General de Monumentos de la República, Don Leopoldo Batres y Huerta realiza exploraciones en diversos edificios aledaños a la Calzada de los Muertos, descubriendo murales y esculturas, y en 1905 emprendió trabajos en la Pirámide del Sol, bajo los auspicios del gobierno de Porfirio Díaz, para la conmemoración del Primer Centenario de la Independencia del país, impulsando el desarrollo de las disciplinas antropológicas.  A partir de la intervención de la Pirámide del Sol se adquirieron terrenos  por parte del gobierno federal para la apertura oficial de la primera zona arqueológica y museo de sitio de México. 
Posteriormente el desarrollo de los trabajos de la Dirección de Antropología bajo el liderazgo de Manuel Gamio en 1917, representa una de las experiencias más enriquecedoras en el trabajo social, la investigación arqueológica y el impulso para el progreso regional, que reflejó el ímpetu pos revolucionario que daría forma a muchas de las instituciones aún vigentes en el Estado contemporáneo mexicano. 
En este sitio arqueológico se han desarrollado 2 de los proyectos de investigación más grandes en la historia de México: el Proyecto “Teotihuacán 1962-1964” y el proyecto “Teotihuacán 1980-1982”, además de uno de los megaproyectos planteados durante la década de los años noventa por el gobierno federal, conocido como “Teotihuacan 1992-1994”. La investigación en el sitio es permanente  e interdisciplinaria, pues prácticamente todas las disciplinas antropológicas encuentran temas de trabajo en el sitio, el cual es objeto de estudio tanto por instituciones académicas nacionales como internacionales.
Teotihuacan se ha convertido en un estandarte para los mexicanos en la defensa y resguardo del Patrimonio Cultural Nacional, su monumento principal, la Pirámide del Sol, es un icono de la identidad nacional, sobre todo como un elemento relevante del pasado prehispánico. Los restos arqueológicos de la antigua ciudad del Clásico en Teotihuacan, representan a México en el ámbito internacional, ya que fue el primer sitio de nuestro país declarado tesoro del Patrimonio Mundial, por la UNESCO en 1987.
 
Descripción del sitio 
El área abierta a la visita pública tiene una extensión de 264 hectáreas,  donde se concentran los principales complejos de edificios monumentales, como La Ciudadela y el Templo de la Serpiente Emplumada, la Calzada de los Muertos y los conjuntos residenciales que la flanquean, las Pirámides del Sol y la Luna, el Palacio de Quetzalpapálotl y 4 conjuntos departamentales con importantes ejemplos de pintura mural, como son Tetitla, Atetelco, Tepantitla y La Ventilla, además de otros 2 conjuntos de corte habitacional denominados Yayahuala y Zacuala. 
La Zona arqueológica cuenta con dos museos especializados: el de la Cultura Teotihuacana y el Museo de Murales Teotihuacanos “Beatriz de la Fuente”, así como una sala de exposiciones temporales ubicada en el edificio conocido como “ex-museo”. Otras áreas en las que se exponen piezas arqueológicas son el Jardín Escultórico y el jardín al sur del Río San Juan; además se cuenta con un jardín botánico de la flora tradicional, un teatro al aire libre y el edificio sede del centro de Estudios Teotihuacanos.   
La entrada a la zona puede realizarse por 5 puertas, distribuidas e interconectadas por un camino periférico empedrado que circunda el área monumental,  además hay caminos vecinales que la comunican con los conjuntos habitacionales mencionados.
El nombre de Teotihuacán se traduce como lugar donde se hicieron los dioses, aunque otros historiadores aseguran que proviene de Teo uacan, o dicho de otro modo, de la ciudad del sol. Es la región en la que se asentaron y desarrollaron los teotihuacanos, una de las más importantes civilizaciones de Mesoamérica de la época prehispánica. Aunque no es una población tan conocida como otras que se asentaron en estas regiones, como los mayas, de los que puedes conocer su cultura en este enlace, o los aztecas, de los que puedes visitar esta página,  sin duda los teotihuacanos han tenido un gran protagonismo a lo largo de la historia en el desarrollo de otras culturas. Aquí puedes conocer las culturas más destacadas del mundo.
¿Cómo eran los teotihuacanos?
Los teotihuacanos fueron una población poderosa, influyente y desarrollada para su época. ¿Cómo vivían?
La sociedad estaba jerarquizada, siendo los máximos responsables los sacerdotes y los nobles en segundo lugar. Luego estarían los que vivían en barrios y en aldeas.
El gobierno era teocrático, por lo que los sacerdotes tenían el poder, aunque también los nobles, que se creía que eran elegidos por los dioses.
En su dieta se incluían alimentos como los frijoles, el chile, el amaranto, el aguacate, la calabaza o el tomate, y usaban especias como el orégano.
Construían sus viviendas con materiales que mezclaban lodo y piedra volcánica molida. Se cubría con una capa de cal. Los más pobres construían sus casas con adobe.
Religión
La religión es uno de los elementos más importantes de la cultura teotihuacana, puesto que todo giraba en torno a ella. Eran politeístas, por lo que creían en diferentes dioses que eran adorados a menudo. Las mayores divinidades se relacionaban con el agua, la muerte, la fertilidad, la guerra y el fuego.
Cabe destacar que, a diferencia de otras culturas, para los teotihuacanos la deidad por excelencia era una mujer, la Mujer Araña, que era la Gran Diosa para ellos. También había varios dioses relacionados con el agua para destacar la importancia de la misma. Otros muy venerados eran Quetzalcoalt, Xipe Totec (dios de la agricultura) y el del Fuego.
La mayoría de edificios de esta cultura se relacionan con los eventos principales de la astronomía, puesto que se pensaba que los eclipses, los equinoccios y los solsticios, eran mensajes de los dioses. Había numerosos templos para alabar a estas divinidades, siendo un ritual habitual el sacrificio humano.
Pirámides y leyendas
La Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna eran las dos construcciones principales de una ciudad teotihuacana. Para esta civilización ambos astros eran la base de su cultura:
Pirámide del Sol: con cinco niveles se eleva sobre un túnel considerado como sagrado.
Pirámide de la Luna: sin cámaras interiores, en su base se colocaban las ofrendas para los dioses.
Ambas construcciones se levantaron en base a una leyenda muy popular en la época. Según cuenta la misma, el primer Sol fue el denominado Tigre que nacería en torno al 955 a.C. Tras muchos años, en el 676, tanto el Sol como los hombres fueron devorados, siendo los responsables los tigres. Luego llegaría el segundo Sol, relacionado con el viento. Fue el propio viento el que arrasaría con el Sol y con los hombres que habitaban en la tierra. A causa de esta tempestad los hombres se convertirían en monos. El tercer Sol era el de la lluvia, porque una lluvia de fuego cayó sobre la tierra, haciendo que los hombres se transformaran en pavo. Y finalmente el cuarto Sol, el del agua, se destruyó a causa de grandes inundaciones. El agua cubrió la superficie terrestre durante 52 años y los hombres terminaron siendo peces.
Características de la cultura teotihuacana
A lo largo de su existencia la cultura teotihuacana dejó claras demostraciones de la particularidad de su forma de vida y de costumbres, algo que se puede comprobar en su sociedad, política o en la manera en la que se trabajaba el arte y la arquitectura.
Economía
Los teotihuacanos eran grandes agricultores y producían grandes cosechas a lo largo del año. También cazaban, criaban animales o recolectaban, por lo que su economía se sustentaba en todo ello. Al tener una gran abundancia de materia prima, esta civilización desarrolló el comercio de gran manera, convirtiéndose en una actividad de gran importancia.

Sociedad
Los sacerdotes eran los gobernantes supremos seguidos de los nobles. Pero la sociedad teotihuacana también contaba con otras clases sociales. En el siguiente nivel se encontraban los funcionarios y, finalmente, los agricultores, artesanos y comerciantes.

Política
El orden social se mantenía a partir de unos conocimientos científico-religiosos, lo que quiere decir que los sacerdotes eran los que imponían las leyes, aunque siempre refrendados por los gobernantes militares.

Arquitectura
Las ciudades teotihuacanas estaban repletas de monumentos, grandes edificios y templos, aunque hay que destacar sus plazas enormes, su sistema de calles consolidado o los numerosos desagües.
Arte
Destacan la cerámica y la pintura mural. La primera era el material por excelencia para elaborar todo tipo de elementos, mientras que la pintura a menudo se utilizaba como sistema de expresión y, habitualmente, adornaba las grandes edificaciones que se erigían en la ciudad.
Aportaciones de los teotihuacanos a la sociedad
De entre todas las aportaciones que en la actualidad se conocen de los teotihuacanos, hay que destacar cuatro principalmente. La primera de ellas es la invención del juego de la pelota. Esta civilización sentó las bases de lo que hoy se conoce como baloncesto, puesto que el objetivo del juego era insertar la pelota dentro de un aro que se ubicaba en la pared. También hay que agradecer a los teotihuacanos el uso del algodón para las prendas. Los elementos de cerámica es otra aportación importante, sobre todo aquellos que servían de utensilio de cocina, como los platos, las ollas y otras vasijas. Por último, hay que hacer referencia a la arquitectura, teniendo en cuenta que los teotihuacanos fueron los primeros en incluir en los edificios los pilares de mampostería.

CONCLUSIONES
Esta cultura ha marcado nuestra historia o mejor dicho la ha hecho resaltar a diferencia de otras, cabe mencionar que está presente en la actualidad puesto que dejo grandes legados y aportaciones que nos hacen únicos ante otros países.
La vemos reflejada aun en aspectos políticos y sociales principalmente, pero a pesar de ello como sociedad hemos sabido sobrellevar lo antes mencionado. Ahora solo podemos seguir cuidando el patrimonio cultural que nos dejaron ya que es una identidad para nosotros.

PARA EXPOSICION ESTE ES EL VINCULO
https://youtu.be/RvYnNZupj6k

Bibliografía

INAH. (s.f.), Cultura teotihuacana, México.
Bustamante. F, (2015), Cultura teotihuacana, Universidad Nacional Autónoma de México, México.


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