Escuela
preparatoria oficial numero 203
Materia. Historia de mexico
Maestro. Julio
cesar hernandez garcia
GrADO: 3 GRUPO:
4
Cultura otomi
Integrantes:
v Adilene de la
luz valerio
v Eunice zabai
calzada higuerón
v America arleth
escalona cruz
v Geidi Dominguez
trigueros
v Victor adrian
Melendez flores
v Andrea Nuñez
palma
v Tadeo sanchez
cuevas
CULTURA
OTOMI
El otomí es un pueblo indígena que habita un territorio discontinuo en
el centro de México. Está emparentado lingüísticamente con el resto de los
pueblos de habla otomangueana, cuyos antepasados han ocupado el Eje Neovolcánico desde
varios milenios antes de la era cristiana.[cita requerida] Actualmente, los otomíes habitan un
territorio fragmentado que va del norte de Guanajuato, al
oriente de Michoacán y al sureste de Tlaxcala.
Sin embargo, la mayor parte de ellos se concentra en los estados de Hidalgo, México y Querétaro. De
acuerdo con las estadísticas de la Comisión
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de México, la etnia2
otomí sumaba 646.875 personas en la República Mexicana en el año 2000, lo que
les convierte en el quinto pueblo indígena más numeroso del país.
TERRITORIO ETNICO
El territorio étnico de
los otomíes ha sido históricamente el centro de México. Desde la época
precolombina, los pueblos de habla otomangueana han habitado esa región y se
les considera como pueblos nativos de las tierras altas mexicanas. De acuerdo
con el cálculo de Duverger, “es posible
que los pueblos otomangueanos se hayan encontrado en Mesoamérica por lo menos
desde el inicio del proceso de sedentarización, el cual tuvo lugar en el octavo
milenio antes de la era cristiana”. La ocupación otomangue del centro de
México remite entonces al hecho de que las cadenas lingüísticas entre las
lenguas otomangueanas se hallen más o menos intactas, de modo que los miembros
lingüísticamente más cercanos de la familia se encuentre también próximos en el
sentido espacial. La primera fractura del grupo otomangueano ocurrió al
separarse las lenguas orientales de las lenguas occidentales. El brazo
occidental está compuesto por dos grandes ramas: los pueblos de habla
tlapaneco-mangueana y los de habla oto-pame. Entre estos últimos se encuentran
los otomíes, asentados en el Eje Neovolcánico mexicano junto con el resto de
los pueblos que forman parte de la misma rama otomangueana —mazahuas, matlatzincas, tlahuicas, chichimecas jonaces y pames—.
Los otomíes en la actualidad
ocupan un territorio fragmentado que se extiende por los estados de México,
Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Tlaxcala, Puebla y Veracruz. Todos
estos estados se encuentran en el corazón de la República Mexicana y concentran
la mayor parte de la población del país. De acuerdo con los espacios con
mayores concentraciones de población otomí, este pueblo puede agruparse en
cuatro vertientes: el Valle del Mezquital, la Sierra Madre Oriental, el Semidesierto queretano y el
norte del estado de México. Aislados de estos grandes grupos “que concentran alrededor del 80% del total
de miembros de este pueblo indígena se encuentran los otomíes de Zitácuaro (Michoacán),
los de Tierra
Blanca (Guanajuato) y los que aún
quedan en Ixtenco (Tlaxcala)”. Por el
territorio en el que se encuentran, los otomíes viven en una intensa relación
con las grandes metrópolis como la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, la ciudad de Puebla, Toluca y Santiago de Querétaro, sitios a donde muchos de ellos
han tenido que emigrar en busca de mejores oportunidades de trabajo.
ACTIVIDAD AGRÍCOLA
La
actividad agrícola, que gira en torno al cultivo del maíz, está íntimamente
ligada a los ciclos ceremoniales. Las familias otomíes organizan sus
actividades alrededor de los ciclos de cultivo y cosecha. Aunque existen zonas
de riego, la mayoría de las tierras son de temporal; así la alternancia entre
la temporada de secas y la de lluvias determina la organización de la actividad
agrícola. En estas tierras altas y frías, las lluvias empiezan en mayo o, si
vienen tarde, en junio; de ahí que las labores de preparación del terreno
inicien en marzo y abril. Las primeras ceremonias del año tienen que ver con la
petición de lluvias; una de ellas —posterior a la bendición de las semillas para
la siembra, que tiene lugar el 2 de febrero, día de la Virgen de la Candelaria—
es la peregrinación al santuario del Señor del Cerrito (Ixtlahuaca), llamado
también el “Señor de las Aguas”, en la que participan numerosos pueblos
otomíes. En mayo, cuando las planicies y cerros reflejan la sequedad del
ambiente, tiene lugar, el día 3, la fiesta que anuncia la proximidad de las
lluvias. Los santuarios de la región se animan con los festejos de la Santa
Cruz; la siembra de temporal empezará después de las primeras lluvias. Los
meses de mayor precipitación pluvial son junio, julio y agosto, y los de menor,
noviembre y febrero. En el periodo de lluvias, las pequeñas lagunas empiezan a
proliferar en las planicies. En algunos pueblos se cosechan los primeros elotes
en el mes de agosto, ocasión en la que las familias realizan la bendición de
las milpas y organizan una comida alrededor de los sembradíos.
COSTUMBRES
Los otomíes es una civilización que
sigue existiendo, aunque su población no es demasiado abundante en comparación
con otras
culturas de
la época. En cualquier caso, muchas de las costumbres de antaño se siguen
viendo entre sus individuos.
Tradiciones de la cultura otomí
poblados.
república
ceremonia del Moshte
día de los muertos.
trueque
Chimarecú
Su forma de vida
el maíz.
madera, adobe y tejamanil.
seminómadas
La familia lingüística otomangueana es una de las más antiguas que hay en Mesoamérica y a la que pertenece la lengua otomí. Esta idioma está muy relacionado con la lengua mazahua, que se habla principalmente en la parte noroeste de México. Aunque es su base, a partir del siglo VIII el otomí se constituyó como un dialecto propio que se fue desarrollando en la era cristiana.
Actualmente,
la lengua otomí es el resultado de un gran número de hablas de los pueblos que
se asentaron en las regiones de Mesoamérica en aquella época. No se sabe con
exactitud cuántas lenguas forman parte del idioma otomí, aunque los expertos
calculan que el número se encuentra alrededor de las 100. De ahí que se trate
de un idioma bastante complejo.
Vestimenta otomí
En
la época prehispánica los otomíes fabricaban sus prendas utilizando agave o
hilo de maguey, así como el algodón y las fibras de palma silvestre. Siendo los
colores predominantes el pardo o café y el blanco. Cuando llegaron los
españoles, comenzaron a utilizar la lana, sobre todo en las regiones más frías.
La
vestimenta tradicional para las mujeres es una manta blanca con bordados,
aunque también se pueden ver prendas de colores como el azul, negro o morada a
rayas. Suelen utilizar trenzas que recogen con cintas o cordones de lana.
Los hombres utilizan camisa, que se coloca debajo del sarape y los
pantalones o calzón los sujetan con un ceñidor. Además, añaden a la vestimenta
un sombrero de alas anchas y copa cónica.
Aportaciones de la cultura otomí a la sociedad
La
cultura otomí ha dejado huella en la sociedad y a día de hoy se pueden destacar
múltiples aportaciones importantes. Entre ellas hay que hablar del calendario
de fiestas, la mayoría de origen religioso, donde los santuarios se vuelven los
principales protagonistas de culto. También es fundamental destacar la gran
elaboración de textiles, siendo la lana y el algodón los productos más utilizados.
Además, los otomíes añadieron los adornos y figuras a las prendas, para darle
un toque más estético.
Las
cestas es otra de las aportaciones otomí, que se elaboran con materiales 100%
naturales, duraderos y resistentes, como la vara de sauce. A los otomíes se les
debe la invención del chapopote, un derivado del petróleo, que se utiliza para
fabricar vasijas, macetas o cazuelas. También desarrollaron la metalistería, es
decir, el uso de metales para la fabricación de artículos, siendo los más
utilizados el cobre, la plata y el hierro. Las familias como unidad básica
dentro de una comunidad es una idea otomí, al igual que la importancia de la
figura del padrino. Finalmente no hay que olvidar las aportaciones en el campo
de la medicina, aprovechando las características de las plantas naturales que
han servido para enfrentarse a todo tipo de enfermedades a lo largo de las
épocas.
Fuentes de consulta
Indígenas,2006(pueblos indígenas de mexico
contemporáneos)
disponible en
<http//www.cdi.gob.mx/dmdocuments/otomíes_valle_mezezquital.pdf>(consulta17junio2012)
https://es.wikipedia.org/wiki/Pueblo_otom%C3%AD
https://youtu.be/L9JxWVGTix4